Notas de viaje

"La lectura es el viaje de los que no pueden tomar el tren."

Francis de Croisset


jueves, 3 de noviembre de 2011

El último trayecto

Hoy se cierra el círculo. Cuando haya completado el último repecho del viaje emprendido un lluvioso día del mes de octubre del año 2008, el motor se apagará y descansará en el recuerdo, se mirará en el imborrable espejo de la memoria y será historia para siempre.
En el arcén quedan nervios, incertidumbre, retos, metas y obstáculos. He cosechado éxitos y recogido decepciones, pero por encima de todo me llevo el maletero lleno de los múltiples pedacitos de humanidad que he coleccionado durante los últimos tres años.
He conocido a muchas personas, unas han merecido la pena más que otras, y algunas no merecen ni siquiera semejante consideración, pero en líneas generales me voy con el sentimiento de ser querido y respetado, y eso es recíproco en muchos casos. Considerando este balance, el camino recorrido está justificado y más todavía cuando ha servido para el enriquecimiento personal y profesional.
Ahora llega el momento de la partida. Sin mirar atrás, pero sin ganas de olvidar, me preparo para recorrer el último tramo, que cierra un ciclo del que salgo con la conciencia tranquila, y la cabeza alta; y lo que es mejor, con la satisfacción del deber cumplido y con la dignidad y el orgullo intactos.
Las luces del día se apagan y muere la tarde en manos de la negra oscuridad de la noche. Sentado en la cuneta, aprovecho para retirar las piedras que el transcurrir de los años ha ido introduciendo en mis desgastados zapatos. Algunas se retiran fácilmente, son molestas vivencias que conviene desechar, pero la mayoría permanecen, incrustadas, recordando a cada paso que están ahí, configurando el puzzle de nuestra existencia que no es más que una sucesión de recuerdos imborrables. Se hacen necesarias sus pequeñas descargas de dolor, nos recuerdan quienes somos y de donde venimos.
Es tarde, y la lluvia me despide al igual que antaño me dio la bienvenida, no quiere faltar a la cita. La maleta está hecha y el equipaje cargado. El motor en marcha. Me dispongo a recorrer el último trayecto de autopista que me lleva al fin de una etapa, pero se que, aunque la madrugada sea húmeda y fría, nunca caminaré solo y en el camino nos encontraremos.

Hasta siempre, AMIGOS.

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