Notas de viaje

"La lectura es el viaje de los que no pueden tomar el tren."

Francis de Croisset


jueves, 29 de diciembre de 2011

En el Balcón


Se acaba el año. Es el momento de los resúmenes, de los balances, del último cigarrillo, de la última dieta hipercalórica, de apuntarse al gimnasio. Parece que el hoy no cuenta, que se cierra la puerta, haciendo borrón y cuenta nueva esperando que las inmundicias que escondimos debajo de la alfombra desaparezcan al tiempo que, cara a la pared, contamos uno, dos y… tres. Esto aunque es un convencionalismo, se ha pasado por nuestra cabeza en más de una ocasión llegados a estas fechas, acabando todos los despropósitos y promesas de ser mejores personas, dentro de un saco roto.
A estas alturas, yo, como ser mundano que soy, me asomo al balcón del año que acaba y repasando las andanzas de los últimos doce meses, puedo concluir que no se si he conseguido ser mejor persona, pero lo que si se, es que he vivido, que le saqué partido al tiempo en lo bueno, que ha sido mucho y en lo malo, que no ha sido tanto. En el año que se acaba, ha visto materializarse sueños imposibles de un niño que empezaba a descubrir lo que era el mundo. He visto construir un “Muro” de acordes y palabras, entre la nebulosa de la vista empañada y la carne de gallina. He subido a una ciudad entre nubes ancestrales cargadas de historia. Sentí la alegría de ser pobre caminado por inmensas avenidas y por intrincados caminos al otro lado del mundo. Me he sentido músico. Me he indignado ante la incompetencia empresarial, al saborear el polvo del despido y el desempleo, sin perder la esperanza, sobre la que, agarrado como un naufrago, fui conducido a una “isla” habitada por ilusión y nuevos retos. Son tiempos de cambios, dicen…
Hoy contemplo la noche oscura e intuyo el año que amanece con la misma calma que despido a su predecesor, pero no sin cierta nostalgia. Somos reos, que asomados al abismo del patíbulo, recibimos una tregua indefinida que mantiene abiertas las puertas de la incertidumbre, pero nos permite vivir y saborear cada instante que se nos ha regalado. Por supuesto me gustaría poder cambiar algunas cosas, pero por desgracia hay circunstancias que hoy por hoy no tienen cura. Por lo demás, el año próximo, que me quede como estoy.

Salud

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