Notas de viaje

"La lectura es el viaje de los que no pueden tomar el tren."

Francis de Croisset


jueves, 28 de julio de 2011

Capital Federal


Una vez que el viajero ha recorrido y conocido algunas ciudades, llega al punto de mezclar aspectos de unas y otras. Buenos Aires es diferente.  Es una ciudad europea en Sudamérica. Recuerda al Madrid más bohemio y a la esplendorosa Lisboa, pero con todo magnificado hasta el infinito y más allá, además de contar con esas no tan sutiles diferencias que la hacen ser la Capital Federal de ese vasto país llamado Argentina ubicado en el cono sur de la américa latina.
Buenos Aires es intelectual, con sus incontables librerías y la gente leyendo en los cafés. Buenos Aires es Bohemia en San Telmo y sus bares y plazas plagadas de artistas. Buenos aires es pasión, es pueblo, con su tango, su mate y su cafetín. El color de La Boca y su Caminito, un barrio obrero reconvertido al turismo y al “merchandaisin” con su mayor exponente y orgullo en “La Bombonera” erigida catedral y templo de devoción a la “Mano de Dios”. Buenos Aires es albiceleste, sentimiento e identidad patrios e incluso orgullo sin prejuicio. Buenos aires es ancha, extensa, amplia y un hervidero de gentes con prisa y taxis urgentes. Avenidas inmensas, parques enormes. Buenos aires es moderna y vanguardista en Palermo. Es joven y viva.  Buenos Aires es insultantemente lujosa en Puerto Madero, pero también es decadencia en sus calles sucias y desconchadas y sobre todo es la alegría de ser pobre en “Villa Miseria” irónico seudónimo de favela a la Argentina.
El viajero hace balance analítico mientras devora kilómetros tras su adiós a Capital, consciente de que su huella será imborrable y difícilmente superponible con los recuerdos de otros lugares. Que así sea.

1 comentario:

  1. Puñetas, chico... ¡Pareces Labordeta! ¿Estás seguro de que no llevas "un cantautor en la mochila"? A pasarlo bien, mancebos!!

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